El perverso
propósito tras este blog es la de documentar todas las actividades relativas a
mis actividades “no profesionales” pero relacionadas con mi experiencia.
Siempre he
querido tener un taller, tengo varias herramientas de carpintería, de hecho
construí, con ayuda de mi padre, uno de los pocos bancos de carpintero existentes
en el noreste del país. No es exageración, un banco de carpintero es algo
exageradamente simple, pero parece que debido a nuestra falta de tradición
artesanal hacemos las cosas de la manera complicada. Si los carpinteros
profesionales se dieran cuenta de la cantidad de trabajo que se ahorrarían con
un simple banco de carpintero todos tendrían uno.
Casi todo
lo que sé de oficios lo he aprendido de libros o de internet. Mi experiencia
con maquinado ha sido más profesional, he tenido la suerte y el privilegio de
trabajar con personas de una gran experiencia que han compartido lo que sabían
conmigo. Sin embargo mi experiencia nunca fue “hands on”, siempre fue más
teórica que práctica. En el caso del maquinado, nunca trabaje con máquinas
convencionales, me brinque directamente al CNC. Note, sin embargo, que las
personas con experiencia en máquinas más “primitivas” tenían una ventaja enorme sobre la gente como
Yo, entendían de manera más intuitiva los principios para la sujeción de las
piezas, la selección de herramientas y los tiempos y costos involucrados.
Por lo
anterior, siempre tuve la intención de contar con un taller, debido a varias circunstancias
siempre lo he ido relegando, pero gracias a la inquietud y colaboración de un
amigo, he podido llevar este propósito a un nivel más real.
El comienzo
ha sido comprar un torno, busqué en varias partes, pero los precios para una máquina más o menos
decente eran prohibitivos para mi presupuesto. Siguiendo el dicho de “El tiempo
no es dinero cuando todo lo que tienes es tiempo”, decidí buscar un torno con
las guías de la bancada en buen estado aunque el resto del mecanismo requiriera
tiempo de reparación.
Encontré
una máquina adecuada: Un torno Triumph 2000, de la marca Colchester. Uno de los
mejores tornos en relación precio /calidad. Los tornos Colchester tienen
ciertos críticos que señalan el valor tan alto de sus partes de repuesto, el ruido
de sus transmisiones de engranes y… nada más. En los siguientes post, pondré las
etapas de la rehabilitación de la máquina que compré y lo que vaya surgiendo.
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